La Ley General Tributaria obliga a las oficinas bancarias a notificar cualquier movimiento que puede ser irregular
Hacienda no es como el Gran Hermano que todo lo ve, pero sí puede ver todo aquello que puede ser sospechosamente ilegal. El fisco español tiene dos formas de enterarse de una irregularidad: bien por inspecciones ‘aleatorias’ o por notificaciones o denuncias directamente ante el organismo. A este último punto se podría añadir un trámite legal que se incluye en el Artículo 93 de la Ley General Tributaria mediante el cual toda oficina bancaria está obligada a notificar a la Agencia Tributaria ciertas actividades que se consideran sospechosas de ser irregulares. Un simple aviso y la alerta suena en Hacienda para que el organismo comience una investigación tanto bancaria como personal para comprobar si se ha saltado la ley vigente o no. El dinero en efectivo no se escapa.
Cualquier operación puede estar sujeta a una investigación por parte de Hacienda, incluso aquellas que se pueden realizar bajo la percepción de invisibilidad ante el fisco nacional. Los pagos con dinero en efectivo están entre las cuestiones que vigila la Agencia Tributaria, aunque se pueda pensar que un pago así no acabará bajo la supervisión oficial. En este tipo de operaciones se puede dar una denuncia por alguna de las dos partes implicadas, los que al bando denunciante le libraría de la multa en cuestión.
Hacienda y los bancos controlar cualquier pago con más de 3.000 euros, así como todo aquel en el que se utilice, y conste, el pago con billetes de 500 euros. Pero no únicamente se vigila al pagador, sino al que cobra, ya que el control es tanto para los depósitos como para las entradas de dinero. Además, Hacienda puede extender sus tentáculos hasta la vivienda de cualquier persona, ya que el conocido como «dinero bajo el colchón» podría acabar siendo objeto de una inspección por parte de los técnicos de Hacienda.
El dinero en efectivo no es ilegal, tampoco tener en una vivienda o donde se quiera fuera de una cuenta bancaria. Pero al no estar dentro del sistema bancario es el contribuyente el que debe notificar por su propia cuenta que dispone de cierto montante de dinero en efectivo. Será durante la declaración del IRPF cuando se reconozca tanto la cantidad como el motivo de dicho dinero en efectivo (rendimientos o ganancias).
Cualquier pago con dinero en efectivo o movimiento de dinero puede hacer saltar las alarmas de Hacienda, lo que derivará en una inspección para aclarar el origen y motivos de un pago que inicialmente parece ilegal.
Fuente: lasprovincias.es